Cuba en notícias NÉSTOR NÚÑEZ | |
No pocas veces se ha dicho que los nuevos cambios políticos operados enAmérica Latina en los años recientes enfrentan serios desafíos. Se trata de gobiernos populares que vencieron en las urnas subvirtiendo los viejos y tradicionales mecanismos oligárquicos para perpetuarse en el poder. Sencillamente, las masas, con un creciente nivel de conciencia y organización, tomaron por asalto las vías de la titulada "democracia representativa", y colocaron al frente de la nación a candidatos con visiones y políticas realmente progresistas, por encima de las manipulaciones de la añeja partidocracia derechista y proimperial. En pocas palabras, con los propios instrumentos de la derecha, se alzó la izquierda con victorias crecientes. Solo que ganar el gobierno no implica el triunfo total. Las nuevas autoridades y sus mayoritarios seguidores deben asegurar el poder real, y eso implica nuevas batallas parlamentarias, legales, económicas, sociales y políticas que apunten a transformaciones profundas de los ancestrales esquemas implantados por los explotadores de adentro y de afuera. Y para ganar precisamente esos combates, la unidad de los revolucionarios y de todo el pueblo es esencial. Lo demuestra Cuba, que hubiese sido incapaz de resistir medio siglo de agresiones de la mayor potencia imperialista de no haber sido por su cohesión interna. Así, por estos días, Venezuela, con su Revolución Bolivariana encabezada porHugo Chávez, se empeña precisamente en la labor paciente y necesaria de integrar a las fuerzas progresistas en un bloque que coloque en un segundo plano las lógicas diferencias tácticas que puedan surgir entre los sectores progresistas, y fije su vista y su acción en el esfuerzo estratégico de no ceder espacio a las viejas y agresivas fuerzas enemigas del pueblo y sus aspiraciones. Lo cierto es que la reciente vuelta de la oposición venezolana al parlamento nacional sin dudas recrudece la lucha política en esa nación sudamericana. El proceso bolivariano ya no posee el control absoluto del legislativo que disfrutó cuando la derecha decidió retirarse de esa entidad años atrás con el inútil propósito de demostrar la pretendida ilegitimidad del Congreso. Y puesto que el oponente renueva sus intentos por obstaculizar la marcha del proceso revolucionario, ahora además desde el principal órgano legislativo, las fuerzas progresistas venezolanas no pueden darse el lujo de discusiones bizantinas, reservas, resquemores y batallas inútiles. La convergencia estratégica como premisa de avance nacional, vale insistir, convoca a todos los patriotas, y el presidente Hugo Chávez lo ha comprendido a cabalidad. Por demás, en poco más de un año se realizarán nuevas elecciones generales en Venezuela, y sin dudas la ultraderecha volverá a la carga para intentar desbancar al presidente bolivariano y a sus seguidores. Sería, piensan, el fin de la revolución y la vuelta del país a los cánones de dominación imperial y oligárquica de decenios anteriores. Y ni dudar de que en Washington esa idea es acariciada e impulsada por los grupos más reaccionarios de los Estados Unidos, aliados incondicionales de los viejos amantes venezolanos de la partidocracia dependiente y tradicional, que llevó a la rica nación petrolera a índices de pobreza y abandono generales realmente insultantes. En ese contexto, donde de nuevo la Revolución Bolivariana se juega sus cartas frente a la derecha, el presidente Hugo Chávez ha reiterado su exhortación al surgimiento de un Polo Patriótico nacional que asegure el no retorno del país al neoliberalismo capitalista y al sojuzgamiento con respecto a Washington. Se trata de una convocatoria esencial, urgente, indispensable, que coloca de nuevo en los primeros planos el carácter inclusivo que deben tener los nuevos procesos revolucionarios latinoamericanos para perpetuarse y avanzar hacia metas superiores. Por demás, el mundo está lleno de ejemplos que muestran fehacientemente que las rencillas egoístas entre los grupos de izquierda no han significado nada más que reveses y retrocesos, en muchas ocasiones pagados con enormes sacrificios en vidas, porque la oligarquía y el imperio no dudan en cobrarse bien caro todo signo de oposición, todo desafío popular, y todo error o vacilación de los revolucionarios. Consulte además ● Hugo Chávez: 12 años de una nueva forma de gobierno (+Fotos) |
"un pedacito del planeta que no pudieron no!"
Um cantinho do Brasil, orgulhosamente no Pampa Gaúcho, que quer fazer a diferença,
enxergando e discutindo problemas globais e discutindo e realizando soluções locais .
sexta-feira, 4 de fevereiro de 2011
Convocatoria indispensable
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